miércoles, 6 de agosto de 2008

LO QUE SIGUE

Una vez hecha la declaratoria formal del Trife, sobre quien será el próximo Presidente de la República, seguramente que los pronósticos y las adivinanzas que los politólogos acostumbran a formular sobre los "elegidos de los dioses" comenzarán a manifestarse en cuanto medio de comunicación existe, y es que la principal tarea a que se dedicará en las próximas semanas el nuevo primer mandatario del país, será a conformar su equipo de trabajo con los hombres que él considere ajustados a los planteamientos y promesas que le hizo al pueblo durante su campaña.

Confiando en su inteligencia y en el conocimiento que tenga sobre la realidad de México, pensamos que el futuro Presidente está curado de individualismo y no se considera, por sí mismo, la solución de todos los problemas que viene arrastrando nuestra Patria.

Vivimos el tiempo de las organizaciones humanas que, entre más preparadas, mejor pueden dar una respuesta eficaz a los conflictos que se les enfrenten.

El hombre orquesta, el todólogo; son ya una cosa del pasado. Tan complicada se ha vuelto la tarea administrativa, la empresa de gobernar a una nación con eficiencia, que ahora son indispensables múltiples especialistas en cada rama de las que integran la cosa pública.

Al respecto, recordemos a Max Weber, el ilustre pensador alemán, quien al escribir su célebre análisis sobre la burocracia, habló del "principio de la idoneidad", consistente en colocar en los cargos públicos precisamente a los hombres más convenientes según su capacidad y especialidad; o sea: tener en el puesto adecuado al hombre idóneo.

En México, ya sabemos, este principio se ha visto relegado por el compadrazgo, el amiguismo y otros vicios que no garantizan el éxito ni buenos resultados.

En consecuencia, si partimos del planteamiento de Weber, concluiremos entonces que el problema de México, en cuanto a sus cuadros directivos no es de políticos ni de técnicos, ni de jóvenes o viejos, simplemente es un problema de capacidad. Que el más preparado esté en el sitio donde es necesario por el conocimiento y la experiencia que tenga sobre la materia. Sobre todo, dada la situación de conflicto que vivimos, que el gabinete esté conformados por hombres amantes de la paz y de la unidad de los mexicanos y no de confrontaciones y odios entre hermanos.

El Sol de Acapulco
18 de octubre de 2006

No hay comentarios: